El episodio canicular más fuerte del verano en suelo galo obligó a la agencia Météo France a decretar la alerta naranja, la segunda más elevada, en otra veintena de departamentos, por lo que suman 49 los sometidos a ese nivel de vigilancia.
En general la media nacional rondó los 33 grados, pero en varios territorios surorientales se registraron entre 34 y 37, con máximas de 38 en algunas localidades.
Para el lunes y el martes se prevé que el mercurio supere los 40 grados centígrados, en una ola de calor que pudiera terminar el jueves.
Según los pronósticos la madrugada será cálida por segunda jornada consecutiva, por encima de 20.
El gobierno activó el jueves una célula de crisis y puso a disposición del público una línea telefónica para los casos de emergencia.
Hace 20 años la canícula cobró 15 mil vidas en Francia, lo que explica la preocupación por las consecuencias del actual episodio, sobre todo para las personas más vulnerables.
El llamado de las autoridades es a mantenerse hidratados y a vigilar a las personas mayores y a las afectadas por enfermedades crónicas.
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