En poética despedida publicada en el perfil de Facebook, la editorial cubana expresó que F. Mond fue reclamado por los koradianos a viajar al infinito.
Irse no le debió ser fácil, dice el texto, fueron 82 años terrícolas después de todo. Solo dejó atrás a su alter ego Monsieur Larx, «el robot de apariencia humana, porte francés y expresión de cero en su rostro como de alguien que siempre está comunicándose con alguna computadora”.
Mondéjar, nacido en Los Arabos, en la occidental provincia de Matanzas, se graduó del Instituto Superior Pedagógico en la especialidad de Español.
Con el seudónimo de F. Mond ha colaboró sistemáticamente en las publicaciones Dedeté, Opina y Palante.
A la edad de 17 años ya había publicado en Zig-Zag, tabloide humorístico de la década de los cincuenta, su primer texto con aristas costumbristas, cuya lectura hacía suponer la influencia de Eladio Secades autor de “Estampas de la época”.
Se inició en la escritura en la década del 70 del siglo XX, entusiasmado por los prólogos de Oscar Hurtado a antologías de temas fantásticos y de Ciencia Ficción (C.F). Sus libros están matizados de un fino humor criollo que se acerca a la historia, los clásicos del cine y la literatura en hábiles parodias.
Su serie de novelas acerca de las relaciones entre el planeta Korad y la tierra en una dimensión paralela del espacio tiempo empezó a publicarse en 1979 con la obra Con perdón de los terrícolas, primera de varias.
Ese año obtuvo mención en Literatura de Ciencia Ficción del Premio David, y posteriormente publicó los libros ¿Dónde está mi Habana? (1980), Cecilia después o ¿Por qué la tierra? (1983), Krónicas koradianas (1988) y Holocausto (2000).
Su más reciente texto publicado fue Hasta que la muerte nos una (Gente Nueva, 2017).
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