El embajador Jorge Lefebre recordó que, con el surgimiento de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), ese sector poblacional tuvo su espacio en las actividades económicas políticas y sociales impulsadas por la Revolución en sus primeros años.
Lefebre explicó que la organización creó espacios para la superación de las niñas y las mujeres de la isla caribeña, sobre todo aquellas que antes de enero de 1959 no tenían recursos para la educación o un empleo.
Con la FMC, encabezada por Vilma Espín Guillois, resulta imposible en la actualidad hablar de la Revolución cubana sin mencionar el acompañamiento de la mujer en la construcción, la industria, la ciencia, la defensa, la cultura, el deporte, entre otros sectores, enfatizó.
“Cada 23 de agosto es motivo para rendir homenaje a la mujer cubana, a Vilma, a Celia Sánchez Manduley, donde quiera que nos encontremos”, concluyó el diplomático.
Surgida el 23 de agosto de 1960 en los albores de la Revolución cubana, la Federación posibilitó que las féminas de la isla contaran con un espacio propio, donde pudieran debatir sus inquietudes y ser parte de las transformaciones sociales, económicas y políticas de la época.
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