Francia estuvo azotada durante ocho jornadas por la canícula, que dejó en su parte Sur decenas de récords de temperatura, con el mercurio por encima de 43 y 42 grados centígrados, un episodio particularmente severo en la región del Valle del Ródano.
Desde ayer el fuerte calor comenzó a dar paso a tormentas, las cuales se extenderán hasta impactar el fin de semana a la mayor parte del país, con un brusco descenso de las temperaturas, pronosticado a partir del fin de semana.
El mal tiempo con lluvia y viento provocó la víspera sus primeros estragos en la localidad de Chauny, donde la caída de árboles dañó a varios vehículos.
La canícula que termina generó mucha preocupación, dos décadas después de un fenómeno de idéntica naturaleza al que se atribuyeron 15 mil fallecidos.
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