La víspera, el presidente Joko Widodo afirmó desde Johannesburgo, en el último día de la XV Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno del bloque, que su país, la mayor economía del sudeste asiático, «aun está analizando y sopesando si unirse o no al grupo».
No queremos tomar una decisión acelerada, dijo Widodo, en un vídeo divulgado desde Sudáfrica, en el que añadió que Indonesia tiene «buenas relaciones con los países de los Brics, especialmente en el sector económico».
El grupo dio ayer un paso histórico al acordar el ingreso en el bloque de Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán, en un intento de sumar fuerzas.
Unos cuarenta países manifestaron el deseo de adherirse a ese grupo, según Sudáfrica, que ejerce este año la presidencia rotatoria del bloque y recibió expresiones formales de interés de 23 países, incluidos Argentina, Bolivia, Cuba, Honduras y Venezuela.
Se esperaba que Indonesia fuese uno de los candidatos a sumarse a la expansión, pero el país decidió finalmente no presentar la carta de solicitud de ingreso.
La adhesión a los Brics en este momento es vista en Indonesia como una oportunidad económica que podría suponer un «coste» geopolítico, si el grupo puede ser considerado eventualmente como un rival del Grupo de lo Siete países más desarrollados (G7), analizó esta semana un editorial del diario The Jakarta Post.
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