Las precipitaciones asociadas al sistema frontal que en los últimos días afectaron el centro-sur del país provocaron la destrucción de un colector de aguas de lluvias, lo cual ocasionó un enorme socavón a escasos 15 metros del inmueble, ubicado en el sector de las dunas de Concón.
El peligro de derrumbe obligó a las autoridades a ordenar la evacuación del edificio Kandinsky, de 17 pisos, y establecer dos anillos de seguridad en sus alrededores.
En el primero hay una restricción completa de todas las personas al perímetro de la infraestructura y en el segundo solo se permite el acceso a residentes.
La pregunta que habrá que hacerse es por qué se autorizó esta obra, declaró el gobernador regional de Valparaíso, Rodrigo Mundaca.
Explicó que se trata de una edificación de 34 departamentos de alta exclusividad, con un valor comercial cada uno de más de 500 millones de pesos (625 mil dólares).
“Cómo es posible que se construya un desarrollo inmobiliario de estas características en un campo dunar de alta fragilidad ecosistémica, y con una mecánica de suelo que a todas luces no cumple con los estándares de edificación, ni de seguridad”, dijo.
Mundaca planteó la necesidad de conjugar el desarrollo inmobiliario con la protección del medioambiente.
El académico del Departamento de Ingeniería Civil de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Felipe Ochoa, explicó que en la zona donde se produjo el socavón predominan los sedimentos eólicos (depositados por el viento en la antigüedad), principalmente compuestos por arenas.
“Estos tipos de suelo, en general, presentan desafíos importantes a la hora de construir sobre ellos, sobre todo en condiciones de alta humedad y pendiente”, afirmó Ochoa. mgt/car