La pediatra informó que en esta provincia se han registrado poco más de dos mil enfermos en esas edades y aunque no se han lamentado fallecimientos, sigue estando en la mira de las autoridades y el sistema de salud el seguimiento a menores de edad y adolescentes.
Consideró que estos últimos son el segmento etario más difícil de proteger, en atención a la rebeldía propia de esos años y a la fatiga pandémica que ya se aprecia después de un año y tres meses de confinamiento y suspensión de las actividades docentes.
Durante los primeros meses de enfrentamiento al SARS-Cov-2, causante de la dolencia, fueron atendidos también en hospitales santiagueros los enfermos pediátricos de las provincias, también orientales, de Granma y de Guantánamo, apuntó la facultativa.
Enfatizó Mengana en la sensibilidad necesaria ante los lactantes, menores de un año y algunos recién nacidos, que se han enfermado con el nuevo coronavirus y han sido salvados a pesar de que en determinados casos han tenido patologías concomitantes de alto riesgo para sus vidas.
Se refirió a la consulta que funciona en el hospital provincial infantil sur para atender a niños y adolescentes convalecientes de la pandemia, con un enfoque multidisciplinario que incluye a cardiólogos, nefrólogos, siquiatras, sicólogos, pediatras e inmunólogos.
De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Salud Pública, hasta mayo último se reportaron en Cuba 18 mil 249 casos confirmados en ese segmento demográfico y de ellos cerca de mil con apenas un año de vida.
Aunque por lo regular la enfermedad transcurre de forma leve en esas edades, la preocupación deriva de las posibles secuelas que pueden enfrentar.
Una noticia muy esperada por los cubanos fue la aprobación para el inicio en los próximos días del ensayo clínico en la población pediátrica de los candidatos vacunales Soberana 02 y Soberana Plus, desarrollados por el Instituto Finlay de Vacunas.
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