El organismo de las Naciones Unidas presentó en su sede el estudio correspondiente a 2023, donde hace un análisis de la coyuntura macroeconómica del área y examina el impacto de las inversiones para enfrentar los efectos del cambio climático.
Al presentar el documento, uno de los más antiguos elaborado por esa entidad, el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, dijo que para este año la tasa de crecimiento promedio será pobre, de 1,7 por ciento, y en todos los casos estará por debajo de 2022.
Según el texto, la proyección hacia 2024 es todavía menor, con un incremento de 1,5 del Producto Interno Bruto (PIB).
Daniel Teltelman, director de la división de Desarrollo Económico, señaló que en este sentido América Latina y el Caribe están a tono con la situación mundial, donde el alza global del PIB hasta diciembre próximo será de tres puntos.
La situación tiene una influencia directa en el mercado laboral y se espera que el año próximo haya un nuevo aumento del desempleo, mientras que la informalidad se mantiene muy elevada, por encima del 45 por ciento como promedio regional.
Esto confirma que estamos de nuevo ante otra década perdida, incluso con menores indicadores respecto a la ocurrida a finales de la centuria pasada, agregó.
Además, el volumen del comercio mundial de bienes sigue a la baja, en línea con la debilidad del crecimiento, y si bien la inflación disminuye, aún está por encima del promedio alcanzado durante la etapa anterior a la pandemia de Covid-19.
Agregó Teltelman que hubo un descenso en los precios de varios productos, impulsado por la disminución del petróleo y otros energéticos, pero se mantienen elevadas las tasas de interés, lo cual encarece el financiamiento.
Impacta en esto la contracción de las economías en Estados Unidos, la eurozona y China, que están entre los principales socios comerciales de América Latina y el Caribe.
En medio de este panorama la región se caracteriza por su elevada vulnerabilidad frente al cambio climático, pues la mayoría de países están ubicados en zonas muy expuestas a fenómenos hidrometeorológicos, como sequías, olas de calor o lluvia excesiva.
Hacer frente a esta contingencia requiere de un elevado volumen de inyección de capitales, pero precisamente esta es una de las regiones en el mundo donde menos se invierte.
La Cepal hizo una simulación estadística en seis países de Centroamérica y el Caribe acerca del impacto del calentamiento global y la contracción económica, y las cifras mostraron que en 2050 estas naciones serán entre el nueve y el 12 por ciento más pobres.
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