Su homólogo panameño, Laurentino Cortizo, acompañó a Chaves en la inauguración de ese sitio, el cual calificó de vital para mantener el control de la frontera común, que permite enfrentar la actividad ilegal como el narcotráfico, el contrabando y la migración irregular.
Cortizo destacó que ese sitio es muestra del compromiso de su país hacia el programa integral y de logística aduanera con la renovación de las operaciones en la frontera común.
El Centro de Control Integrado (CCI) Paso Canoas representa una inversión de 33 millones de dólares provenientes de un empréstito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El innovador modelo de gestión coordinada de fronteras favorece la cooperación transfronteriza para aumentar la eficiencia y reducir tiempos y costos en el flujo de pasajeros y las operaciones de comercio exterior.
Las autoridades costarricenses y panameñas realizarán sus procesos de control en las mismas instalaciones, con una única parada para pasajeros y transportistas, elevando la eficiencia y reduciendo en un 50 por ciento los tiempos de espera.
En su recorrido por la región Brunca, Chaves y el Ejecutivo, además de inaugurar obras civiles, rindieron homenaje a los caídos en la Batalla de Coto en 1921, único conflicto entre esta nación centroamericana y su vecina Panamá por ese territorio.
En el Monumento a los 32 costarricenses fallecidos en esa contienda, que provocó además la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambas naciones fueron colocadas ofrendas florales.
La guerra de Coto fue un conflicto entre los dos países ocurrido entre el 21 de febrero hasta el 5 de marzo de 1921, cuando una fuerza expedicionaria dirigida por el coronel Héctor Zúñiga ocupó en nombre de Costa Rica la localidad de Pueblo Nuevo de Coto, un caserío en las márgenes del río homónimo, en la provincia panameña de Chiriquí.
Las fuerzas panameñas derrotaron a las costarricenses y esta nación recuperó ese territorio de manera definitiva gracias a la firma del Tratado Echandi-Fernández-Fernández Jaén, el 1 de mayo de 1941.
A juicio de especialistas e historiadores, la incursión se justificó por el hecho de que no se tenía una frontera común definida.
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