Como parte de la agenda, se espera que las naciones den continuidad a los reclamos históricos del Grupo, en particular con relación al nuevo orden económico internacional, la reforma de la arquitectura financiera mundial, el rechazo a las medidas coercitivas unilaterales, las situaciones de concentración de la riqueza o de aumento de la pobreza y el agobiante peso de la deuda externa.
En la Cumbre participarán más de 100 representaciones de los Estados miembros del bloque, que representa el 80 por ciento de la población mundial y las dos terceras partes de la membresía de las Naciones Unidas.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, señaló recientemente que en la última jornada de la cita se aprobará una declaración final, cuyo proyecto ya fue consensuado mediante un proceso de negociación por parte de los embajadores de los países miembros del bloque, ante el capítulo del Grupo en Nueva York.
El jefe de la diplomacia cubana comentó que el texto es leal a los propósitos y principios del grupo, atento a las necesidades de los países en desarrollo y apegado firmemente al reclamo del derecho al desarrollo en medio de un orden internacional cada vez más excluyente e injusto.
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