Precisamente ese fue el argumento de la conferencia que presentó el investigador-restaurador de la institución cultural, Osdiel R. Ramírez, quien afirmó en su sede capitalina que Cuba es un país privilegiado al contar con profesionales formados en Conservación y Restauración del Patrimonio.
Gracias a la tendencia de los seres humanos de coleccionar y conservar lo que ellos consideran valioso, hoy la Biblioteca cuenta con un enorme fondo documental, destacó.
En estas dos décadas de meritorio trabajo, amplió, destaca la conservación realizada a más de 27 mil piezas de la cartoteca, al tiempo que consideró loable el esfuerzo depositado en la recuperación, consolidación y lubricación de 2 mil encuadernaciones pertenecientes al Fondo de Raros y Valiosos.
Significó que uno de los méritos de la labor conservadora constituye la creación del Laboratorio Digital, gracias a la cual gran parte de los fondos patrimoniales se encuentran digitalizados.
El especialista llamó la atención sobre un parámetro en el que falta mucho por aprender y ganar cultura, el llamado referencial o precio de mercado, es decir, cuando varios libreros en sus catálogos o establecimientos ofrecen un mismo título a precios semejantes.
El director de la Biblioteca, Omar Valiño, subrayó en las palabras de apertura la importancia de preservar ese documento que tanto amamos, “ese documento que nos permite reconstruir la historia y preservar la memoria, sin memoria, en lo personal, no hay vida humana”.
Organizado por la Biblioteca Nacional, el III Encuentro Internacional de Preservación del Patrimonio Documental: Experiencias y Desafíos, fomentará hasta el 22 de septiembre el intercambio entre profesionales cubanos e investigadores y expertos de Estados Unidos, Panamá, México, Chile y Perú.
ro/amr
