Al intervenir en la continuación de las sesiones del 54 período ordinario del Consejo de Derechos Humanos, el diplomático rechazó la aprobación de procedimientos especiales y de mecanismos investigativos contra naciones sin el consentimiento de las mismas, y advirtió que semejante proceder se ha convertido lamentablemente en una práctica cotidiana del Consejo.
“Bastaría un breve vistazo al programa en este tema de la agenda del Consejo para constatar que pareciera que únicamente en el Sur Global existen situaciones de derechos humanos que requieren la atención del Consejo. Esto es una construcción ideológica con fines de dominación económica y geopolítica”, subrayó.
De acuerdo con Quintanilla, da la impresión de que el órgano de 47 Estados miembros no se alarma por los tratos inhumanos que reciben decenas de miles de migrantes en países desarrollados.
Mucho menos se cuestiona la brutalidad policial contra los afrodescendientes y las muertes de inocentes a manos del negocio lucrativo de las armas, por solo citar unos ejemplos, sentenció en la sede de la ONU en esta ciudad suiza.
El embajador cubano demandó el fin de la singularización en materia de derechos humanos e instó a evitar igualmente la confrontación.
Lo que fuera concebido como un foro para el intercambio respetuoso de experiencias y el fomento de la cooperación internacional, es por el contrario un espacio de confrontación y de enfoques punitivos, señaló.
Quintanilla ratificó la posición de la isla de condena a la politización y la selectividad en el abordaje de los derechos humanos como un arma, que calificó de vergonzosa, para intentar subvertir el orden constitucional de Estados soberanos, principalmente de naciones en desarrollo.
Pese a este desalentador panorama, Cuba continuará insistiendo en la urgente necesidad de rescatar los objetivos centrales de diálogo y cooperación por los que debe regirse este Consejo, afirmó el diplomático.
wmr