El sondeo de la firma Data Influye muestra el creciente descontento con la propuesta, cuando faltan menos de tres meses para el plebiscito en el cual la ciudadanía deberá pronunciarse por aprobar o rechazar la nueva ley fundamental.
De acuerdo con la muestra, 50 por ciento de los entrevistados (16 puntos más que la medición anterior) se pronunciaron en contra del proyecto, 30 considera necesario “esperar a ver qué sale de ahí” y apenas 10 de cada 100 lo adoptaría.
Otro muestreo, realizado esta semana por la firma Plaza Pública Cadem, eleva a 59 el número de personas que votaría en contra del texto.
Dentro de las enmiendas impulsadas por el extremista Partido Republicano y secundadas por la derecha, figuran la que atenta contra el derecho al aborto, promueve elevar a rango constitucional a las administradoras del fondo de pensiones y la privatización de servicios como la salud y la educación.
Eliminar la paridad de género en la Cámara de Diputados, reducir el número de miembros de esa instancia legislativa y restringir el derecho a huelga, son otras de las controvertidas normas sancionadas.
Para la expresidenta chilena Michelle Bachelet, lo aprobado hasta ahora amenaza con hacer retroceder décadas en materia de derechos sociales, laborales y libertades individuales.
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