Citado por el diario Seznam Zprávy, el vocero aseguró que también se transfirieron 3,5 millones de dosis a terceros países, con un coste de unos 40 millones de dólares.
En los tres años transcurridos desde el pico de propagación del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de Covid-19, en los países europeos, el interés de la población por la vacuna ha disminuido significativamente.
Del 1 de enero al 24 de septiembre de este año, en la República Checa se aplicaron solo 40 mil 600 dosis contra el coronavirus, cuando en el mismo periodo de 2022 se administraron alrededor de dos millones.
Según el ministerio de Sanidad, la eliminación forzosa de los inmunizantes contra el Covid-19 caducados no solo se produce en la República Checa.
En particular, en Alemania se destruyeron alrededor de 83 millones de dosis en el último año y medio, así como en Bélgica se eliminaron tres millones de dosis durante la primavera.
Por su parte, en Bulgaria, el ministerio de Sanidad anunció su intención de eliminar dos millones este año, mientras que en 2022 ya se habían destruido dos millones de vacunas contra el coronavirus.
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