Beijing apoyó políticamente a Damasco en el Consejo de Seguridad y en varios foros internacionales, y las posturas chinas son claras, honestas y basadas en principios invariables, destacó Al-Assad en una entrevista con la Televisión Central de China (CCTV) publicada hoy por los medios aquí.
Denunció que su país sufre un asedio económico cruel y peligroso impuesto por Occidente con el objetivo de matar de hambre al pueblo sirio, lo cual da importancia a la priorización de la colaboración con China en el campo económico.
La nación asiática nos proporciona ayuda humanitaria y desempeña un papel importante en aliviar el sufrimiento de los sirios, sin embargo, haremos esfuerzos para desarrollar mecanismos que transformen los deseos en proyectos conjuntos de naturaleza económica e industrial, precisó el jefe de Estado.
Según Al-Assad, China es una superpotencia que desempeña un papel muy importante en el mundo y hace asociaciones lejos de la hegemonía.
Alabó las iniciativas propuestas por el presidente chino Xi Jinping basadas en el desarrollo y la seguridad a nivel global, y consideró que no puede haber fomento sin estabilidad en el mundo.
El mandatario reconoció que la guerra en Siria no ha terminado, y denunció el saqueo de las riquezas del país por parte de Washington y los grupos terroristas.
Detener la contienda y comenzar la reconstrucción hará que Siria sea mucho mejor de lo que era antes de la agresión, concluyó el mandatario.
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