La víspera se registraron varios récords en suelo galo, donde el termómetro escaló hasta los 33 grados en Toulouse y los 32 en Burdeos, en el Sur del país.
También en Aurillac, en el Macizo Central, el mercurio se disparó hasta los 31,2 grados centígrados, dejando atrás la cota de 26,6.
Sin embargo, el mayor calor está por venir, según La Chaîne Météo, con los picos de temperatura previstos para este lunes, jornada en la que pudiera llegar a 35 y 36 grados en algunas localidades sureñas y a 26 en París, un escenario inimaginable en el otoño.
De acuerdo con los pronósticos, el termómetro estará hasta seis grados centígrados por encima de los valores normales para la época, un fenómeno atribuido a la circulación de antiguas tormentas tropicales hacia las islas británicas, que levantan masas de aire cálido desde el Atlántico Sur, las cuales se calientan aún más a medida que pasan sobre Marruecos y España.
En Francia ya el mes pasado fue el septiembre más cálido de su historia, con una media nacional de 21,5 grados, alrededor de 3,5 por encima de los registros.
La ciencia advierte sobre la urgencia de enfrentar con responsabilidad el cambio climático, cuyas consecuencias resultan impredecibles.
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