Ese complejo y trascendental proceso ha puesto al país en condiciones para asumir otros importantes cambios, y de no implementarse sería imposible hacer cosas de más impacto en la economía, precisó Gil en el espacio Mesa Redonda al explicar detalles de la marcha de trascendentales pasos dentro del plan económico nacional para este año.
El también ministro de Economía y Planificación apuntó que el ordenamiento monetario permite que todos los actores económicos trabajen en un circuito monetario igual, sobre lo cual ya se aprecian señales favorables de la implementación del sistema de medidas, no solamente en el empleo, sino en el desempeño del sistema empresarial.
Al respecto, subrayó que de no implementarse el ordenamiento, de todos modos estarían presentes problemas actuales como escasez, inflación, crecimiento de los precios -asociado a la falta de una oferta estable en los mercados-, los revendedores y acaparadores.
‘Todo esto no es resultado del ordenamiento sino, primero, de las presiones del recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, que ha privado a la economía cubana de ingresos legítimos y, segundo, de la pandemia de Covid-19’, precisó.
El titular de Economía y Planificación destacó la incertidumbre que provoca la prolongación en el tiempo de la Covid-19, porque significa un deterioro acumulado de más de 15 meses con afectaciones en el turismo y los ingresos, a lo que se añade el recrudecimiento del bloqueo estadounidense que actualmente es el principal obstáculo para el crecimiento y desarrollo del país caribeño.
Reiteró que el ordenamiento monetario es una medida que la economía cubana necesita, que será favorable para el desempeño económico nacional y permitirá avanzar en este proceso.
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