Así lo afirmó a Prensa Latina René González Barrios, director del Centro de Estudios Fidel Castro, institución rectora del evento Absuelto por la historia, que evoca durante dos días el aniversario 70 del alegato de defensa del líder histórico de la Revolución cubana en el juicio del Moncada.
Recordar el discurso de autodefensa pronunciado por Fidel Castro un 16 de octubre de 1953 “es una necesidad y un acto de justicia; pues las redes sociales en la actualidad muestran una Cuba de antes de 1959 idílica y la realidad era mucho más parecida a lo descrito en aquel manuscrito”, reafirmó González Barrios.
El Taller, auspiciado también por la Unión de Juristas e Historiadores y el Archivo de Documentos Históricos del país, reunió a más de una veintena de historiadores, intelectuales, politólogos, sociólogos, docentes e investigadores para reflexionar en torno al valor y vigencia de las ideas allí plasmadas.
Durante el evento, los participantes tuvieron la oportunidad de observar de cerca las muestras originales de la causa 37, convocada contra los acusados por formar parte del ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953.
También el expediente de instrucción de Fidel Castro y los manuscritos de la destacada periodista y ensayista Martha Rojas, encargada de documentar los acontecimientos en el que fueron juzgadas 102 personas, en su mayoría jóvenes, de los cuales 29 recibieron condenas de entre siete meses y 13 años de prisión.
La sentencia los obligaba a cumplir la pena en el tristemente célebre Presidio Modelo, ubicado en la antes llamada Isla de Pinos, hoy Isla de la Juventud.
La directora del Archivo de Documentos Históricos, Daily Sánchez Lemus, resaltó que la Revolución todavía tiene deudas en diversos aspectos de los planteados en aquella defensa discursiva, donde el líder histórico de la Revolución cubana se convirtió de acusado en acusador.
En ese alegato también denunció los desmanes del régimen de Fulgencio Batista (1952-1959) y las problemáticas del pueblo en seis puntos fundamentales: la tierra, industrialización, vivienda, desempleo, educación y salud.
“La luego considerada plataforma programática de la Revolución ha sido también la guía de las transformaciones en Cuba y ello evidencia un país en constante transformación y desarrollo y que aún en medio de una guerra económica constante es leal a las ideas de Fidel y las mantiene”, apuntó.
De ahí la necesidad de preservarlo para las nuevas generaciones y estudiarlo desde el punto de vista de las ciencias sociales, la comunicación, la filosofía, histórico y jurídico: objetivo primordial para la próxima jornada de este seminario.
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