Los del equipo de La Rosa dominaban la semifinal 15-6 a solo 11 minutos del cierre del encuentro, pero RG Snyman con un “try” acercó a los Springboks a cuatro puntos, dejando la escena lista para el protagonismo del héroe de la lluviosa noche en Saint-Denis, el centro Handré Pollard.
El jugador de 29 años puso la pizarra 15-13 con la “trasformación” que siguió al “try” y marcó la penalidad en el minuto 78 que enfrío a unos ingleses que se aprestaban a celebrar la venganza por el revés de hace cuatro años en la final de Japón.
Los europeos contaron en el centenario clásico del rugby con el aporte exclusivo de su capitán Owen Farrell, autor de cuatro penalidades convertidas y de un “drop” para marcar todos los puntos de su selección.
Para Sudáfrica será el próximo sábado su cuarta final de una copa del mundo, mientras los All Blacks neozelandeses disputarán su quinta, con el atractivo adicional de que ambos países son tricampeones universales, por lo que el ganador quedará solo en la cima histórica de títulos en esta décima edición.
El viernes, Inglaterra y Los Pumas de Argentina pelearán por el tercer lugar del certamen.
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