En conversación con Prensa Latina el presidente del Grupo Espeleológico Samá, uno de los más destacados del país, explicó que este fenómeno se da por estar sus asentamientos apartados de la fundación de las villas donde la principal mano de obra eran los indios.
Esta zona, donde se encuentran las mayores reliquias indígenas en la parte central de la nación, por las características -en tierra firme y los cayos- sus métodos de ocultarse y económicos ocupó más tiempo para la llegada y conquista por los españoles.
Este prodigio dado por distanciamiento de la presencia ibérica nos continúa revelando formas de vida, culto, magia y la evolución de las comunidades primitivas, precisó Olmo.
Las evidencias entre el aborigen y el conquistador, están presentes en cuevas del Parque Caguanes, Bahía de Buena Vista, declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) Reserva de la Biosfera.
Explicó que esa interrelación hombre-vida está expuesta en los petroglifos creados en las entrañas de las cavernas de forma rudimentaria.
En la caverna de los Cuchillos, en Cayo Salinas, uno de los 10 islotes del grupo insular cayos de Piedra, existen seis pictografías de figuras abstractas o geométricas, algunas parecidas a una tela de araña.
Dichas obras, añadió, fueron descubiertas a fines del siglo XX y dejaron latente el encuentro de dos culturas precolombinas.
Otro lugar que visitó este reportero, con 12 pictografías en rojo y negro, y con una historia de tristeza es la cueva de los Niños, que debe su nombre al descubrimiento en 1941 de un entierro colectivo de 13 infantes aborígenes.
En la gruta de Los Chivos existen nueve pictografías, mientras en la Grande de Judas hay 23 y un petroglifo. Algunos de los trazos tienen cierto parecido a un murciélago, indicó el experto.
Mientras en la galería Guayarúes o la Guinea existen 25 expresiones de arte parietal, 15 pictografías negras y 10 petroglifos y es considerado uno de los sitios con más manifestaciones de arte rupestre en el norte espirituano.
Las pictografías en la cueva del Pirata, con una extensión de mil 247 metros, están en el salón de los Brillantes, en su parte más oscura.
Los indígenas cubanos No edificaron grandes templos ni ciudades, pero construyeron comunidades, se dedicaban a la agricultura y a la pesca, y eran alfareros, tenían sus creencias -por estudiar- y generalmente vivían en cuevas cerca del mar o de los ríos.
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