En su undécimo reporte anual, la organización no gubernamental precisó que en 2012 fueron 406 los seres humanos que murieron sin tener un domicilio fijo, lo que representa un aumento del 54 por ciento en poco más de una década.
Las cifras son sorprendentes, pero no revelan los rostros, las vidas y las historias detrás de los decesos, señaló el colectivo fundado en 2003 para llamar la atención por el hecho de que vivir en la calle conduce a un fallecimiento prematuro, denunciar las causas, en ocasiones violentas, de estas muertes y velar por un funeral digno.
De acuerdo con el nuevo estudio, encontrarse sin hogar es el resultado de un contexto complejo, marcado en la mayoría de los casos por la convergencia de factores individuales y estructurales, como la pobreza, las experiencias infantiles adversas y los trastornos mentales y de la conducta.
La organización calificó de un drama social escandaloso la situación, con uno de cada cinco fallecidos por una muerte violenta (agresión, suicidio o accidente) y uno de cada siete por alguna enfermedad.
El documento refleja una media de 49 años para esas vidas perdidas, la inmensa mayoría hombres (87 por ciento).
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