Como preludio de la efeméride, la víspera, miles de personas rindieron tributo en La Habana a Cienfuegos, quien también fue conocido por el pueblo cubano como el Señor de la Vanguardia.
Desde la Plaza de la Revolución José Martí partió una peregrinación hacia el litoral capitalino, donde los participantes arrojaron flores al mar a modo de homenaje.
Cienfuegos desapareció físicamente el 28 de octubre de 1959, cuando cayó al agua el avión en el que regresaba a La Habana.
Después de días de intensa búsqueda, el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, expresó: “Hombres como Camilo Cienfuegos surgieron del pueblo y vivieron para el pueblo. Nuestra única compensación ante la pérdida de un compañero tan allegado a nosotros es saber que el pueblo de Cuba produce hombres como él. Camilo vive y vivirá en el pueblo”.
Sus restos nunca fueron hallados, de ahí la tradición del pueblo cubano de llevarle flores hasta el mar.
Comenzada la guerra de liberación, el Señor de la Vanguardia -nacido el 6 de febrero de 1932 en La Habana- comenzó a sobresalir por sus condiciones como uno de los más relevantes soldados del Ejército Rebelde, en el cual alcanzó los grados de comandante.
Entre mediados de agosto y la primera quincena de octubre de 1958 encabezó una columna invasora que se trasladó desde la Sierra Maestra hasta la parte central de la mayor de las Antillas, donde también dirigió acciones de manera exitosa.
Su simpatía personal, carácter jovial, lealtad y valentía a toda prueba, así como su capacidad para conectar con las masas, le hicieron merecedor del cariño popular y la confianza de Fidel Castro y del guerrillero argentino cubano Ernesto Che Guevara, con quienes sostuvo una estrecha amistad.
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