Al intervenir en la inauguración oficial del III Congreso Nacional de Medicina Familiar, Bernal destacó las características esenciales de ese apartado en el sistema de salud de la mayor de las Antillas, marcado por su carácter humanista.
El desarrollo de este apartado en Cuba es un referente, y prueba como la solidaridad, también contribuye al fomento de esta especialidad, comentó la presidenta de la Confederación Iberoamericana de Medicina Familiar en el cónclave que se efectuará hasta el viernes en el Palacio de Convenciones.
Actualmente, Cuba respalda este programa con 451 policlínicas y 11 mil 548 consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia.
En estos momentos se adelanta la reparación de varios inmuebles para devolverle su total vitalidad, al tiempo que se profesionalizan los servicios de urgencias y emergencias.
Al cierre de agosto –según datos del Ministerio de Salud Pública- fueron realizadas ocho millones 206 mil 211 consulta, 558 mil 745 más de las planificadas para el año en curso.
Esta rama ya cuenta con 33 doctores en Ciencia y 226 están en plan doctoral, mientras en curso hay 650 proyectos de investigación.
Entre los retos están asegurar el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, perfeccionar el nivel primario de salud e implementar una estrategia en el plano digital.
Los galenos y enfermeras que se desempeñan en este apartado desplegaron una meritoria labor durante la pandemia de Covid-19.
Ellos día a día pesquisaron, ingresaron pacientes, coordinaron la entrada a centros de aislamientos y la campaña de vacunación antiCovid-19.
Estos especialistas trabajan a despecho de las limitaciones del bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por Estados Unidos a la isla caribeña desde hace más de 60 años.
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