Al intervenir ante la Asamblea General, la embajadora chilena en Naciones Unidas, Paula Narváez, declaró que ese cerco y su extraterritorialidad son un anacronismo y deben terminar.
“Lo que ha quedado demostrado a lo largo de estos más de 60 años de medidas coercitivas unilaterales es que el pueblo cubano aun puede sobrevivir gracias a su dignidad, perseverancia y esperanza”, dijo.
La diplomática anunció que su país hará efectivo el voto a favor de la resolución presentada por Cuba para poner fin al bloqueo, un documento que cuenta con el apoyo mayoritario de los Estados miembros de la ONU.
Chile, comprometida con el multilateralismo, reafirma su pleno respaldo a los propósitos y principios consagrados en la carta de la ONU y el derecho internacional, entre ellos la igualdad soberana entre los Estados, la no intervención y la no injerencia en los asuntos internos, señaló.
Durante más de 30 años consecutivos la Asamblea General viene aprobando por abrumadora mayoría las resoluciones en la que se pide poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América.
Chile no está de acuerdo con la imposición de sanciones unilaterales de ningún tipo, advirtió.
Denunció la embajadora que ese cerco ha generado y continúa generando escasez y sufrimiento para toda la población cubana, limita y retrasa el progreso económico y social e impide el logro de los objetivos de desarrollo sostenible.
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