Este herbario localizado al sur de la cuarta villa patrimonial de la isla, Sancti Spíritus, que llegará a los 510 años de fundada en 2024, conserva una de las colecciones de especies más singulares donde sobresalen las endémicas y amenazadas de extinción.
En unas 100 hectáreas se reproducen cerca de dos mil especies de plantas, que representan a 670 géneros y 125 familias, y un bosque natural con árboles con más de un siglo de desarrollo.
El jardín alberga a familias oriundas de la región espirituana, en la que predomina una colección de palmeras (palmetum) destacándose la Copernicia, toma la notoriedad en honor al astrónomo polaco Mikolaj Kopernik conocido como Copernicus. Están representadas un total de 22 especies de palmas, tres nativas de Sudamérica, dos de la isla La Española y las restantes son cubanas.
También cuenta con una amplia representación de plantas ornamentales, medicinales, representativas del bosque, frutales y de interés económico, como son las maderas preciosas, entre estas el cedro y la caoba.
En estudios, investigaciones y atención a visitantes participan especialistas de alto nivel académico y experiencia y expertos de instituciones relacionadas con la protección del medio ambiente.
Según conoció Prensa Latina se mantiene entre las principales causas que ponen en riesgo la supervivencia de las plantas en la nación caribeña, la actividad agrícola, la tala de árboles, el comercio ilegal de especies y la minería a cielo abierto.
Asimismo, más de 300 especies están afectadas por la transformación de sus hábitats en áreas urbanas o turísticas, mientras en otras 500 obedecen a las interacciones negativas con especies exóticas invasoras, la segunda amenaza más importante para las especies vegetales en el archipiélago cubano.
Los primeros pasos en la conservación de la flora en peligro de nuestro territorio tuvo la deferencia de contar con la visita del español Ramón de la Sagra (1798-1871) catedrático de Botánica y profesor de Historia Natural de la Universidad de La Habana y director del Jardín Botánico de la capital.
En la primera mitad del siglo XIX interesado por las riquezas de las montañas y llanos del centro de Cuba, visita a Trinidad y Sancti Spíritus, donde dejó sus aportes a destacadas personalidades de la ciencia y en la actualidad continúan siendo referencia para la protección de la flora.
La herbolaria del archipiélago cubano que reúne unas siete mil 500 especies, está considerado entre los territorios insulares del mundo más ricos en plantas y en género por kilómetro cuadrado. Cuba con alrededor del 53 por ciento de su vegetación endémica, está considerada entre las 10 islas con mayor índice del planeta,.
Ese nivel de exclusividad, singularidad y el hecho de que los ecosistemas insulares son más vulnerables, con especies amenazadas, acrecientan la necesidad de estrategias, proyectos y acciones de estudio para su conservación.
Para los estudiosos proteger la diversidad biológica es defender nuestras riquezas naturales, el agua, el aire, los alimentos, los medicamentos y las materias primas, así como la vida en la Tierra, que incluye millones de especies de plantas, animales, microorganismos, ecosistemas y los procesos ecológicos que los sustentan.
mem/rga