Según un nuevo estudio publicado en Journal of Neuroscience, en esa zona se genera un sistema de alerta, que al activarse advierte la falta de ellas en la dieta diaria.
Al ocurrir este proceso, el cerebro nos induce a comer alimentos que las contengan, plantea los especialistas.
La insuficiencia de estas puede provocar serios problemas de salud, y una dieta carente de la cantidad necesaria llega hasta ocasionar fatiga crónica.
Tal situación -subraya la fuente- impide contar con la energía necesaria para realizar las actividades cotidianas.
Esta región del cerebro está localizada en el mesencéfalo o cerebro medio, tiene un rol primordial en los comportamientos relacionados con la búsqueda y elección de alimentos.
Hasta el momento era desconocido cómo funcionaba el área tegmental ventral del cerebro ante un descenso en el nivel de proteínas, pero el hallazgo podría ser de útil en el desarrollo de mejores tratamientos contra la obesidad.
Las dietas –aclararon los expertos -excesivamente bajas en proteínas contribuyen especialmente con la enfermedad antes mencionada.
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