En vísperas del comienzo de las discusiones en el Senado, el titular insistió en la televisión pública (France2) en que el texto será de un cierre contra la inmigración irregular y los traficantes de personas.
Asimismo, aseguró que el proyecto es justo en su contenido, a partir del principio de “no poner a todo el mundo en el mismo saco”, con la voluntad de escuchar a quienes quieran “integrarse, trabajar y vibrar con la Marsellesa”.
La iniciativa se presagia polémica, ante la presión de la derecha de una mano dura con la inmigración, en un contexto de amenaza terrorista, y de sectores que respaldan el derecho de los seres humanos a buscar una vida mejor.
Uno de los artículos que más criterios genera es el referido a la regularización de los trabajadores indocumentados en profesiones “en tensión”.
Darmanin también anunció la expulsión del territorio nacional de 101 “extranjeros peligrosos, delincuentes y/o radicalizados”, ocho de ellos hoy, y prometió abundar en sus perfiles mañana.
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