Para la primera casa de altos estudios fundada por la Revolución antillana en 1967, las limitaciones más recurrentes van hacia la facilidad para las transacciones, además de de la importación de equipos para la enseñanza y materiales para la formación de estudiantes, de una matrícula que incluye educandos de diversos continentes.
La UC que en la actualidad se integra al programa liderado por la Unesco sobre Educación Superior en América Latina y el Caribe, calidad, sostenibilidad y Agenda 2030 ante los retos de la Covid-19, no escatima esfuerzos para agenciarse vías y hacer factible el proceso educativo y enfocarse rumbo a la categoría de Excelencia.
En declaraciones al portal Adelante Digital, de Yailé Caballero, directora de Relaciones Internacionales en la UC, ejemplificó algunos de los males causados por la injusta política impuesta al país.
‘Por solo citar un ejemplo, no hemos podido mejorar la producción de comida y bienestar social en la provincia mediante las tecnologías lúdicas debido a la imposibilidad de realizar las transferencias bancarias de los montos del presupuesto destinado a las mismas’.
Mota agregó que ‘en el campo de la informatización se lamenta la prohibición para acceder a plataformas en Internet, libres y gratuitas para el resto del mundo, menos para Cuba.
Actualmente se registran más de 250 portales, sitios y servicios web bloqueados de marcas como Hewlett-Packard (hp), Fujitsu, Lenovo.
A pesar de la política injerencista norteamericana, la Universidad de Camagüey, ubicada a 540 kilómetros al este de la capital de Cuba, mantiene vínculos académicos con homólogas de Panamá, México, China, Bélgica e incluso los Estados Unidos, pues en 2020 recibió la visita de
estudiantes del Lehman College de Nueva York.
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