Cuando apenas la separan unos siete meses para celebrar sus 510 años, la cuarta de las siete primeras villas fundadas en la isla por los españoles mantiene características coloniales como las calles estrechas, los ventanales enrejados y los techos de tejas rojas.
A unos 350 kilómetros al este de La Habana, la otrora villa del Espíritu Santo cuenta con un centro histórico urbano, declarado Monumento Nacional en 1978.
El libro Calle Independencia que fue Real, escrito por María Antonieta Jiménez, Historiadora de la Ciudad, y Javier León, explica que esta vía “evolucionó hasta convertirse en una de las más importantes”.
Menciona el volumen que en el siglo XVIII la apariencia de las viviendas que allí se alzaban empezó a variar y el guano, el embarro y la madera fueron sustituidos por materiales más perdurables.
En el siglo XIX “se reconstruyeron varios inmuebles y otros se modificaron con un empaque exterior de expresión clasicista, con aleros en gola enyesados o frentes de azotea, rejas de hierro, vanos majestuosos y muros decorados con predominio de las tonalidades azules”.
Con la llegada de la República neocolonial, el pueblo espirituano solicitó cambiar el nombre de la importante arteria por Independencia, el cual mantiene en la actualidad, tras aprobarse en enero de 1903.
Durante la segunda década del siglo XX llegó la modernización que, según el citado texto, quedó reflejada “en los inmuebles y espacios públicos. La urbanización se expandió al norte, sur y sureste; pero el centro no se desplazó, e Independencia adquirió protagonismo”.
Hace algunos años fue acondicionado como bulevar el tramo de Independencia que corre entre las calles Cervantes y Agramonte, por lo que fue cerrado al tránsito de vehículos, mientras tres esculturas de reconocidos espirituanos adornan este espacio.
La considerada por expertos como la más medieval de las ciudades cubanas festejará la llegada de su aniversario 510, recordando que el primer emplazamiento o sitio fundacional fue en 1514 en Pueblo Viejo, Monumento Nacional, y su traslado en 1522 a orillas del río Yayabo.
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