La casa de familia, levantada en el departamento suroccidental de Caazapá (209 kilómetros al este de esta capital) está al 70 por ciento de ejecución del programa y utiliza fibras del cáñamo, una parte del cannabis desprovista de efectos psicoactivos (sin condición alucinógena).
El proyecto pionero, ejecutado en cooperación con la Cámara de Cáñamo Industrial de Paraguay, introduce un nuevo enfoque constructivo y promueve un impacto socioeconómico sostenible
para la edificación de viviendas, declaró el presidente de esa entidad, Marcelo Demp, citado por la Agencia de Información Paraguaya.
La fibra de cáñamo tiene propiedades especiales, pues actúa como un eficiente aislante de temperatura, tanto para el control de frío como de calor, explicó el constructor local.
El cáñamo –subrayó el experto- sirve también como repelente natural contra insectos y carece de características inflamables, virtudes ambas que garantizan la seguridad de la vivienda y sus ocupantes.
La Agencia, por su parte, explicó que la empresa austriaca, de experiencia europea en el uso de este material, extendió a Paraguay este proyecto por representar una innovación arquitectónica y un cambio en el aprovechamiento del cannabis en la industria.
El país sudamericano –opinó el medio de prensa- está dando un paso revolucionario en la construcción de viviendas al erigir esta primera casa del referido material en la región, cuya edificación emplea el tallo de la planta, por primera vez, sin semillas y flores.
oda/apb