Con más de siete mil años de historia antes de nuestra era y sucesivas civilizaciones, esta nación era hasta el 2011, fecha del estallido de la guerra de más de una década ya, el destino de cientos de los más conocidos arqueólogos y expertos en el mundo.
PARAÍSO DE LOS ARQUEÓLOGOS
Gracias a los sitios arcaicos que acoge en su suelo, y los reinos y lugares antiguos que florecieron, Siria mereció el calificativo de “cuna de las civilizaciones” y “paraíso” para quienes gustan viajar a través de la historia antigua, destacó en entrevista con Prensa Latina el director general de Antigüedades y Museos, Nazir Awad.
Además, Siria brindó aportes significativos a la humanidad como el primer alfabeto, la agricultura, la primera urbanización y los sistemas de irrigación, apuntó.
Según Awad, más de 150 misiones arqueológicas extranjeras laboraban en 2010 en sitios en toda la geografía del país que datan de la Prehistoria hasta la época islámica. Esos equipos excavaban en los más importantes reinos del mundo antiguo como Ugarit, Ebla y Mari, y otros que remontan al cuarto milenio antes de Cristo y fueron testigos de la transformación urbana.
Un incalculable número de parajes antiguos aún están por descubrir, e incluso las acciones de exploración y excavación detenidas en 2011 mostraron que en el desierto al-Badiya, donde muchos creían que no pudo haber asentamiento humano, existen más de mil puntos arqueológicos, algunos datan del tercer milenio antes de Cristo y otros de la Edad de Piedra y la época bizantina.
El país es muy rico en antigüedades y muchos confirman que es el “Paraíso de los Arqueólogos”, incluso cualquiera que trabaja en esos espacios antiguos queda atado con fuertes vínculos emocionales con Siria, dijo.
Recordó que la institución a su cargo tenía relaciones con las más importantes entidades científicas en Europa y el continente americano. También tuvo marcada presencia en conferencias y exposiciones en las que se resaltaban las antigüedades sirias exhibidas en los museos más prestigiosos del mundo.
Incluso, añadió, la fama de muchos arqueólogos provino de sus descubrimientos en el país como Pablo Mati que trabajó en Ebla.
DURA BATALLA POR PROTEGER EL PATRIMONIO
«Nadie puede pronosticar lo que podría pasar de un día a otro; las ciudades sirias comenzaron a vivir actos de violencia, sabotaje y saqueo en todas sus instituciones estatales», explicó Awad sobre las medidas tomadas para proteger el patrimonio con el inicio de la crisis en el país en marzo del 2011.
Se aprobó un plan de emergencia y las medidas adoptadas fueron inmediatas mediante la comunicación con los empleados y los pobladores para proteger los lugares patrimoniales como monumentos, museos o sitios antiguos que podrían tener piezas valiosas.
Desde el 2012 cerramos gradualmente todos los museos nacionales, provinciales y del patrimonio tradicional, y blindamos los monumentos con muros de concreto y puertas de metal. También evacuamos las piezas arqueológicas valiosas y las guardamos en las bóvedas o en lugares secretos, explicó el directivo.
Reveló que se evacuaron 35 mil piezas del museo de Deir Ezzor usando los aviones de carga del ejército, y con protección de los militares se sacó de Palmira, pocas horas antes de su ocupación por el Daesh, una caravana grande de camiones cargados de miles de obras antiguas; algo similar se hizo en Alepo, Homs y Hama.
También instalamos en los museos sistemas de alarma, monitoreo y sensores, y se estableció comunicación directa y permanente con las personas a cargo de esos lugares para estar al tanto de su situación.
Tuvimos que sepultar algunas partes de las ciudades antiguas para protegerlas y entablamos comunicación directa con las organizaciones internacionales, con la Unesco al frente, para ponerles al tanto de toda la situación y llamarles a contribuir a proteger el patrimonio cultural, manifestó.
Expuso que entre otras acciones, “organizamos reuniones, conferencias y actividades en las cuales quedó al descubierto el saqueo sistemático de los monumentos históricos”.
De igual manera, señaló, creamos un sitio electrónico y mapa interactivo con actualización constante sobre la situación de los lugares antiguos, además de lanzar campañas de concientización para reforzar la batalla de defender este patrimonio que conforma la identidad de todos los sirios.
ROBO DE CIENTOS DE MILES DE ANTIGÜEDADES
Awad aclaró que debido a la presencia temprana de terroristas, no se pudo evacuar el contenido del museo de Idlib, del cual aún no se sabe nada y se estima que 26 mil piezas fueron saqueadas.
Asimismo, desaparecieron cinco mil objetos del museo de Raqa tras la caída de la ciudad en manos de las organizaciones terroristas. Otro tanto ocurrió en la colección de Palmira, donde tras la contabilización de los daños se pudo constatar un déficit similar de obras.
Actualmente, comentó Awad, se trabaja en la recopilación de datos exactos porque estos museos fueron blancos de sistemáticos actos de sabotaje en los que se intentaron ocultar evidencias y piezas robadas.
El daño fue más grande en los sitios antiguos que resultaron sometidos a excavaciones de forma ilegal, arbitraria y salvaje en todas las zonas que estaban fuera del control del Estado, denunció.
Las autoridades, precisó, no disponen de datos sobre el número de piezas robadas que pueden ser cientos de miles o millones, y aunque ahora un equipo de especialistas elabora un informe detallado, la inaccesibilidad a muchos lugares históricos dificulta el proceso, refirió.
Denunció que el bloqueo impuesto por Estados Unidos y naciones europeas asimismo dificulta esta labor porque impide la adquisición de instrumentos y tecnologías para completar la tarea.
GOBIERNOS IMPLICADOS EN EL ROBO ARQUEOLÓGICO
El mercado negro de la arqueología siria comenzó en 2012 y está disperso por el mundo. Todos los días se realizan subastas en las redes sociales de piezas antiguas que llegaron de una forma u otra a Europa.
Las fronteras estaban abiertas y en las zonas dominadas por los radicales no existía ley que impidiese algunas excavaciones, en las cuales se emplearon maquinarias pesadas y explosivos.
Gobiernos y determinadas entidades están implicados en todo el daño hecho a la cultura del país. Su objetivo fue destruir la historia y la entidad, denunció el entrevistado con pesar.
Lamentó que cientos de miles de piezas antiguas fueron contrabandeadas y sacadas del país con respaldo logístico de esos gobiernos que también apoyan las excavaciones ilegales, y cuyo saqueo sistemático sea realiza a la vista de las fuerzas ocupantes, en particular en el norte de Siria.
COMPLICADA BATALLA POR RECUPERAR LAS ANTIGÜEDADES
A partir de 2016 y con el avance del ejército y la liberación de amplias zonas, comenzó una nueva fase en la que reabrieron algunos museos como los de Alepo y Damasco, con lo cual empezó la recuperación de algunas de las antigüedades robadas.
Explicó Awad que se creó la Oficina de Recuperación de Antigüedades cuya misión es documentar y dar seguimiento al destino de esas reliquias y las subastas para venderlas en Europa.
Agregó que el Ejército y las fuerzas de seguridad también están involucrados en la tarea de recuperación, y gracias a ellos cerca de 40 mil piezas -aunque la cifra puede ser mayor- retornaron a sus lugares de origen. Podría ser una moneda, un féretro o corona de columna, todos los días hay antigüedades devueltas, remarcó.
De acuerdo con el directivo, existe una buena cooperación con las autoridades libanesas que devolvieron unas 79 antigüedades sirias, y añadió que el Ministerio de Cultura asignó un abogado para recuperar dos objetos en Ginebra, uno de Palmira y otro de Tal Sheikh Hamad.
Los emigrantes también colaboran en esta tarea al informar sobre antigüedades exhibidas a la venta, incluso un sirio residente en Italia compró dos objetos en una subasta y las devolvió al museo de Damasco.
Reconoció Awad que la tarea es complicada, larga, necesita diplomacia y leyes, y ante todo, credibilidad y cooperación de los países donde han ido a parar esas piezas.
MENSAJE DE SIRIA AL MUNDO
La guerra fue un verdadero desastre para Siria y para la humanidad. En este país árabe existen ocho sitios inscritos en la lista del Patrimonio Mundial: las ciudades antiguas de Alepo, Damasco, Bousra y Palmira, el castillo de Saladino, el Crac de Caballeros y las urbes olivadas en Alepo e Idlib que incluyen más de 700 ciudades inscritas en 2011.
Según Awad, lo sucedido podría pasar en otros países, por lo que la Unesco y otras instituciones necesitan más leyes para proteger el patrimonio de los pueblos durante las guerras.
Instó, en ese sentido, a la comunidad internacional a que contribuya con la protección del patrimonio material e inmaterial que no es solo para este país, sino para toda la humanidad. Queremos que Siria vuelva a ser “el paraíso de los arqueólogos”, finalizó.
arb/jcd/fm
*Corresponsal de Prensa Latina en Siria