Varela nació en La Habana el 20 de noviembre de 1788 y fue un sacerdote, maestro, escritor, filósofo y político con un importante desempeño en la vida intelectual, política y religiosa durante la primera mitad del siglo XIX en Cuba.
Patriota y reformador de los estudios filosóficos en el país, dada su formación científica separó la teología y la filosofía, explicó física y química, además contribuyó al progreso científico de la isla sin abandonar la misión sacerdotal.
Se proyectó tempranamente como ideólogo de la futura nación e influyó en las sucesivas generaciones para crear las bases de la cultura y nacionalidad cubanas.
Los conceptos de libertad y soberanía están presentes en su pensamiento y acordes con el rechazo al colonialismo español, la esclavitud y el anexionismo.
Perseguido y condenado a muerte por las autoridades absolutistas, con 35 años de edad se exilió hacia Estados Unidos, donde vivió el resto de su vida.
El reconocido estudioso falleció en 1853 y sus restos descansan en el Aula Magna de la Universidad de la Habana, justo destino para quien es definido por los cubanos como “el que nos enseñó a pensar”.
En 1996 se abrió oficialmente un proceso para la beatificación del sacerdote cubano que actualmente se encuentra en la fase de entrega de documentos complementarios, mientras en 2012 Varela fue declarado por el papa Benedicto XVI como Venerable.
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