En total fueron detenidos 32 ciudadanos de Georgia, Irak, Polonia, Siria y Ucrania.
La guardia fronteriza aclaró que los miembros del grupo criminal buscaban personas interesadas en ingresar ilegalmente a la Unión Europea (UE) en Türkiye e Irak.
Quienes deseaban entrar en la UE eran transportados a través del territorio polaco hasta Alemania por varios miles de dólares por persona.
Inicialmente, los inmigrantes eran llevados a Belarús, luego trasladados ilegalmente a través de la frontera polaca y luego transportados a las fronteras occidentales de Polonia.
Los declarados culpables se enfrentan actualmente a hasta ocho años de prisión.
En la investigación de las actividades del grupo criminal también participaron representantes de los servicios fronterizos de Lituania y Alemania, según el organo.
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