Las ocho principales organizaciones sindicales francesas decidieron movilizar a los trabajadores «contra la austeridad, por los salarios y la igualdad de género», y para protestar contra la reciente aprobación en el Parlamento de un proyecto de ley que obliga a los controladores aéreos a declarar si van a hacer huelga individualmente con 48 horas de antelación.
Entre los convocantes no se encuentra el principal sindicato de controladores aéreos (SNCTA), que hace unas semanas se comprometió a respetar una «tregua olímpica», lo que supone no hacer huelga hasta que finalicen los Juegos Olímpicos y Paralímpicos previstos en Francia en el verano de 2024.
Según informó la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) tres aeropuertos: Tarbes-Lourdes, Pau-Pyrénées y Saint-Yan, “quedaron privados de servicios de tráfico aéreo y, por tanto, no funcionan”, mientras que el director de Pau-Pyrénées, Jérome Le Bris, confirmó que la huelga provocó “el desvío de todos los vuelos” hasta las 20.00 horas.
Al tiempo, otras instalaciones más grandes experimentaron a lo largo de la mañana significativos retrasos en las salidas y llegadas, con promedios según los aeropuertos de entre 30 y 90 minutos de demora, señaló la DGAC.
Debido a ello, este organismo pidió a las compañías aéreas que cancelaran entre el 20 y el 25 por ciento de sus vuelos previstos para hoy en los aeropuertos de París-Orly, Toulouse, Burdeos y Marsella, y advirtió que vuelos internacionales que sobrevuelan el país podrían verse obligados a modificar sus rutas.
El pasado 13 de octubre tuvo lugar otra huelga de controladores aéreos, durante la cual la DGAC pidió a las compañías aéreas que anularan el 40 por ciento de sus vuelos en París-Orly, el segundo aeropuerto francés.
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