En el texto, el embajador de Cuba en Sudáfrica, Enrique Orta González, recuerda como el internacionalismo en Cuba es expresión del hombre nuevo formado por la Revolución y fruto de la obra de justicia social y humanismo alcanzada con la sociedad socialista.
Ese es el mayor legado de Fidel Castro: la defensa de las ideas antimperialistas, anticolonialistas, la solidaridad, la identificación con las necesidades y el dolor de los demás, con las causas justas del mundo, resumió Orta.
Su concepto de la solidaridad, explicó, se basó en una perspectiva tercermundista de liberación contra el imperialismo. Así, agregó, la visión de Fidel sobre el internacionalismo se basaba en la necesidad de construir la unidad antimperialista más amplia en acción, en solidaridad con las luchas de los pueblos de Asia, África y América Latina.
Sin embargo, explicó el Embajador, su solidaridad fue mucho más allá de declaraciones, ya que la llevó a niveles sin precedentes, que en muchas ocasiones implicaron la participación de decenas de miles de cubanos en empresas altamente complejas y peligrosas.
Vale la pena recordar un caso en particular. La presencia de más de 300 mil cubanos en África para ayudar a su pueblo a luchar por la independencia y la soberanía contra las potencias imperialistas, en particular luchando junto a los angoleños, sudafricanos y namibios por la libertad del sur de África.
Los cubanos, creímos y creemos firmemente en estar al lado de quienes más lo necesitan, creemos en la solidaridad como nos enseñó Fidel: “ser internacionalista es saldar nuestra propia deuda con la humanidad”, destacó Orta.
El impacto geopolítico de la derrota del régimen sudafricano en Cuito Cuanavale fue tan grande que contribuyó sustancialmente al fin del apartheid, la liberación de Mandela, la independencia de Namibia y por supuesto, la completa liberación de Angola, enfatizó.
Además, junto a su decidido apoyo a los movimientos sociales y de liberación en América Latina, Fidel Castro fue un gran defensor de la causa palestina y del pueblo palestino. Condenó la política de agresión, colonialismo y expansionismo de Israel, rememoró el Embajador.
En 1979, recordó, expresó en un discurso ante la ONU: “La base para una paz justa en (el Medio Oriente) comienza con la retirada total e incondicional de Israel de todos los territorios árabes ocupados e implica para el pueblo palestino la devolución de todos sus territorios ocupados y la restauración de sus derechos nacionales inalienables”.
Por otra parte, señaló Orta, desde los inicios de la Revolución las misiones internacionalistas cubanas en el campo de la Salud se han materializado en 164 naciones, en las que han participado más de 400 mil profesionales de la salud de la isla, quienes en muchos casos han cumplido esa tarea en más de una ocasión.
De esa manera, desde la constitución por el propio Fidel del contingente Henry Reeve, especializado en desastres y graves epidemias, Cuba ha enviado 88 brigadas a 56 países.
Entre esas acciones sanitarias, detalló el diplomático cubano, se cuentan tres brigadas que hicieron frente al Ébola en África Occidental, 58 brigadas enfrentaron el Covid-19 en 42 países y, más recientemente, una brigada de 32 especialistas estuvo en Türkiye luego del devastador terremoto que afectó a ese país.
De esa manera, apunta Orta en el artículo, en el pensamiento y obra de Fidel Castro se concreta aquella idea de Ernesto “Che” Guevara cuando afirmó que no hay mayor virtud humana que la solidaridad, el ser capaz de sentir en lo más hondo cualquier injusticia que se cometa, en cualquier lugar del mundo.
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