En el monumento a esas víctimas, en la explanada de La Punta, discípulos de la carrera de Ciencias Médicas realizaron la guardia de honor, y los congregados recordaron el considerado como el más horrendo crimen perpetrado por el decadente imperio, que recibía golpes contundentes del Ejército Libertador cubano.
Los estudiantes fueron acusados injustamente de haber profanado la tumba del periodista Gonzalo Castañón, en vida predicador del exterminio de los cubanos y la repoblación de la isla, y condenados a muerte en un juicio que concitó el repudio dentro y fuera de la isla, e incluso en las filas españolas.
El presidente cubano afirmó este lunes que el tiempo transcurrido no ha podido restarle dolor a la patria por el fusilamiento de ocho inocentes asesinados por el odio.
Ni un siglo y medio de tiempo ha podido rebajarle vileza al crimen, ni restarle dolor a la patria por el fusilamiento de ocho inocentes, apuntó.
Aseguró, asimismo, que los estudiantes de Medicina asesinados por el odio de los voluntarios en 1871 jamás serán olvidados.
Cada año Cuba rinde homenaje a esas víctimas inocentes con actividades en todo el país, entre las que se incluye la marcha desde la Universidad de La Habana hasta el monumento a los estudiantes fusilados el 27 de noviembre de 1871.
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