La reparación capital al que estuvo sometido el avión durante más de 14 meses permitirá que asuma las rutas de largo alcance de la compañía Cubana de Aviación.
De acuerdo con el periodista cubano, Bernardo Espinosa, presente en el aterrizaje, el viaje desde Moscú a La Habana, con escala en Canadá, ocurrió sin incidencias y cumpliendo los procedimientos y protocolos de la Aviación Civil Internacional.
Expertos rusos de la compañía PAO-IL estuvieron a cargo de la reparación junto a especialistas de la empresa Cubana Importadora de Aviación.
Después de completar su fase de alistamiento, en la sede de Cubana de Aviación, IL96300 se sumará a la gestión comercial de la aerolínea bandera de Cuba.
La llegada de la aeronave se suma a los esfuerzos que realiza la Corporación de la Aviación Cubana para el restablecimiento de la flota de la isla, proceso que transita por las capacidades de producción de piezas de repuesto, ajustadas a las condiciones internacionales.
El director de dicha entidad, Joel Beltrán Archer, declaró a la prensa que los procesos de reparación de aviones cubanos se vienen desarrollando previo a la pandemia de la Covid-19 y sufrieron retrasos por las propias dificultades relacionadas con la pandemia.
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