Para Roberto Vitlloch, director de la Oficina del Conservador de la ciudad, este privilegio la coloca como la única de Cuba fundada en el XVI que tiene definidos el punto origina, aun cuando falta por determinar la causa de su traslado a la vera del Yayabo ocho años después.
Existen leyendas, dijo, que trascendieron de forma oral como la propagación de una plaga de hormigas, causando pánico entre la pequeña comunidad y para proteger a los recién nacidos de su ataque decidieron el traslado.
Lo más cercano a la realidad es que la población indígena disminuyó rápidamente por el exceso de explotación y las enfermedades y muchos nativos fueron enviados en expediciones a otros territorios, la escases de oro.
El movimiento de la población diezmada se convirtió en un hecho que recogieron, aunque de forma dispersa, personalidades de la época y documentada y conservadas.
Dos acontecimiento ocurrieron en esos momentos: el asesinato del gobernado de la villa Hernán López por Vasco Porcallo de Figueroa, mientras el 4 de junio de 1514 Fray Bartolomé de las Casas (Padre las Casas) pronunciara su conocido Sermón de Arrepentimiento, en defensa de la población indígena.
Sobre el llamar Pueblo Nuevo a la localidad surge cuando los movidos al Sancti Spíritus actual se referían a su primera comunidad, fundada por el Adelantado Diego Velázquez.
En los primeros tres siglos las ermitas, los caminos reales y las plazoletas se convierten en el derrotero del crecimiento, apareciendo en 1700 las primeras plazas que van a darle un toque particular al conjunto arquitectónico de singular belleza.
A partir de la primera ermita el Templo del Espíritu Santo, de adobe y guano (edificado entre 1522 y 1524) y hasta 1700 la población crece hacia el sur a unirse al antiguo Camino Real vía hacia el sur, Trinidad, atravesando el Paso Real (conocido por El balneario).
Llegando el momento, detalló, de su enlace a la vía central -de oriente a occidente-, con el Camino Real a Puerto Príncipe (Camagüey), el Camino Real a Remedios y Occidente (saliendo por la actual Calle Independencia).
Durante el siglo XVIII el trazado urbano llega a las ermitas de Jesús de Nazareno y a la de Veracruz, conformándose la Plaza de Jesús (Parque Honorato) y de San Francisco (Parque Serafín Sánchez).
El tejido urbano abarca además la Plazoleta de Vicaria (Diego Dorado), el parque de la Pluma de Agua (Agramonte) y la Plazoleta San Gabriel (Ciro Redondo), próxima al río Yayabo por el viejo paso a Trinidad.
La construcción de la iglesia de La Caridad que demoró 10 años (1717-1727) introduce un rápido crecimiento hacia el norte, lugar donde fue bautizado, el 8 de julio de 1846, el Mayor General de las tres guerras independentistas Serafín Sánchez Valdivia.
A fines del siglo XIX las plazas y plazoletas se convierten en espacios importantes en el desarrollo urbano. De las ocho que poseía la villa a fines de este periodo, seis se ubicaron junto a los antiguos caminos reales, solamente dos – Camejo ( Plazoleta Hanoi) y la Plaza Mayor ( Parque José Manuel García)- quedaron fuera del anterior trazado.
El hospicio de la Merced dio paso al edificio del cabildo -ayuntamiento en 1764-, (hoy Plaza del Mercado) y en el lugar de la ermita y el convento de la Veracruz, nace el Parque Serafín Sánchez. Para los espirituanos recordar estas historias del nacimiento del patrimonio local, es revivir acontecimiento como la mayor ciudad del centro de Cuba en la época colonial, enlaza el oriente con el occidente y el mar del sur con el del norte.
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