En un recorrido por los trabajos de recuperación del templo gótico parcialmente destruido por un incendio el 15 de abril del 2019, el mandatario expresó a la prensa local su deseo de que el Sumo Pontífice acepte la invitación.
Esperamos (que venga), pero no puedo responder en su nombre, dijo.
Macron informó que será lanzado un concurso para colocar en la catedral de ocho siglos de historia vitrales contemporáneos, y que los reemplazados irán a un futuro museo.
La decisión de sustituir vitrales no escapa de la polémica, ya que predominaba la idea de no hacerlo, bajo el argumento de la Carta de Venecia de 1964.
A propósito de las labores de restauración de Notre-Dame, el jefe de Estado las reconoció, al afirmar que brindan «una imagen de esperanza».
mem/wmr