La suma de rúbricas se elevará antes de llegar a esta capital, sostuvo el coordinador de esa organización, Carlos Lazo, quien marcha a la cabeza de una caminata que comenzó el domingo su recorrido desde Miami, Florida.
El activista cubanoamericano expresó su convicción de que esta denuncia de Puentes de Amor y sus seguidores llegó a oídos de Biden y no es casual que voceros de su administración se pronunciaron en los últimos días sobre la revisión que hace la Casa Blanca en torno a la política hacia la isla caribeña.
Según Lazo, en las últimas horas la marcha cambió de rumbo provisionalmente y ahora se traslada por lugares más intrincados de la geografía floridana, pero continúa su travesía sin mayores dificultades en dirección a Washington D.C., a pesar de la lluvia y otros obstáculos. Reiteró su condena a los ataques de que fue objeto su grupo la víspera, cuando se les abalanzó una rastra de forma provocadora en medio de la carretera, y explicó que el conductor del vehículo, a quien catalogó como ‘un camionero del odio’, comenzó a gritar ofensas mientras ‘se nos venía encima’.
Asimismo, dijo que hizo una denuncia a los principales medios de prensa de Florida, pero ninguno de ellos se hizo eco de esta acción violenta que viola los derechos de los estadounidenses a expresarse.
Lazo reiteró que uno de los objetivos principales de esta campaña es exigirle al mandatario demócrata que cumpla sus promesas electorales.
Explicó que el plan es durante todo el periplo pasar por iglesias, centros culturales y oficinas de congresistas ‘para expresar nuestro deseo de que Biden reabra la embajada en La Habana, y que los norteamericanos puedan viajar a Cuba, que haya puentes de amor entre los dos pueblos’.
Los participantes demandarán, entre otras medidas, la reapertura de los servicios consulares de la embajada norteamericana en La Habana y el reinicio de las remesas a la mayor de las Antillas, así como la reanudación del plan de reunificación familiar suspendido por Trump en 2017.
Señaló que quienes votaron por Biden ‘le exigimos que revise la política hostil acrecentada por su antecesor, Donald Trump contra Cuba, y sea consecuente con nosotros, que depositamos la confianza en él con la esperanza de que haría un cambio sustancial en la política hacia nuestro país’.
Las autoridades cubanas han reiterado en numerosas ocasiones que el bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Washington contra la isla desde hace más de seis décadas es el principal obstáculo al desarrollo del país y a la vez un impedimento sustancial para el establecimiento de una relación normal y civilizada con Estados Unidos.
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