Dicha entidad desarrolló un software que posibilitó la total funcionabilidad de digitalizadores que habían dejado de funcionar, por su obsolescencia tecnológica, causando la baja operativa de cinco estaciones sismológicas.
El mismo permite interpretar las señales sísmicas que provienen del digitalizador, e integrarlo a la red de transmisión de datos, para su procesamiento, precisa el diario Granma.
Este paso –más allá de ser otro triunfo de la ciencia en Cuba- es una buena noticia en el ámbito económico-financiero, pues cada estación puede costar en el mercado internacional de 20 mil a 25 mil dólares.
El Servicio Sismológico Nacional lo componen 22 estaciones de alta tecnología, que pueden registrar terremotos locales de baja energía y terremotos significativos en cualquier parte del mundo, asegura el Cenais.
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