Aunque la comisión la integraron 14 parlamentarios, siete de cada cámara, las negociaciones se centraron en los cinco oficialistas y los cinco conservadores, partido Los Republicanos (LR), con la balanza inclinada hacia las posiciones de estos últimos.
Finalmente el gobierno tuvo que hacer concesiones para salvar su proyecto, al aceptar que el texto originalmente presentado sufriera cambios significativos, en una versión resultante mucho más cercana a la adoptada por el Senado, donde domina LR.
Esto implica que el ejecutivo prometiera revisar la Ayuda Médica del Estado a los indocumentados, apoyo que la derecha buscaba eliminar, se limitara la regularización de las personas “sin papeles” que laboran en puestos con déficit de mano de obra, se estableciera el delito de estancia irregular y se aumentará el requisito para la ayuda de alojamiento.
Ya era bien conocido que la iniciativa, la cual deberá votarse en la tarde-noche en el Senado y la Asamblea Nacional, recoge la facilidad de expulsión del territorio francés de individuos sin una condición migratoria regular peligrosos por terrorismo o delincuencia.
El ministro del Interior y principal promotor del proyecto, Gérald Darmanin, celebró el acuerdo oficialismo-conservadores, mientras desde la izquierda anunciaron dos mociones de rechazo al mismo, presentadas por La Francia Insumisa y los ecologistas.
No hay duda alguna de que el Senado votará a favor del texto, con la situación un poco más complicada en la Asamblea Nacional, ya que parlamentarios del ala progresista del partido gobernante mostraron su malestar por la inclinación hacia la derecha del documento.
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