En la cámara baja con sede en el Palacio Borbón, 349 diputados respaldaron el documento pactado en la tarde por la comisión mixta paritaria convocada por el gobierno para salvar la iniciativa, mientras 189 se opusieron.
El ejecutivo en voz del ministro del Interior y principal promotor de la norma, Gérald Darmanin, celebró que en la aprobación en el hemiciclo no fuera decisivo el voto de Agrupación Nacional (extrema derecha), que consideró el proyecto su triunfo ideológico por la mano dura contra la inmigración, pese a no ser partidaria del mismo.
Según medios de prensa, en una reunión de urgencia en el Palacio del Elíseo antes de la votación, el presidente Emmanuel Macron había indicado la solicitud de repetir el análisis del texto en la Asamblea si su adopción se daba con el apoyo decisivo de la extrema derecha.
Esa decisión no impide que desde la izquierda acusen al oficialismo de ceder a las pretensiones de los sectores más radicales del país por tal de lograr la ley, una de las promesas del mandatario.
Antes del sufragio en la plenaria de diputados fue rechazada una moción de censura de La Francia Insumisa que intentaba frenar la aprobación de una iniciativa muy criticada por defensores de los derechos de los migrantes.
La norma recoge medidas como las restricciones de la asistencia social a extranjeros, en particular en el alojamiento, la recuperación del delito de estancia irregular y las limitaciones en la regularización de los indocumentados que trabajan en puestos con falta de mano de obra.
Asimismo, contiene restricciones del derecho de suelo (a la nacionalidad para los hijos de extranjeros que nacen en Francia) y a la reunificación familiar y contempla facilidades para expulsar del país a personas sin un estatus regular que representan una amenaza en materia de terrorismo y delincuencia.
Por si fuese poco, el gobierno se comprometió a “revisar” la Ayuda Médica del Estado a los indocumentados, que los conservadores buscaban eliminar sustituyéndola por una asistencia de urgencia, y ofreció la apertura antes de 2026 de varios campos de detención de inmigrantes.
En un gesto para tratar de aliviar el malestar en una parte del país y el hecho de que prevalecieran las posiciones de la derecha, Macron anunció una comparecencia televisiva mañana y prometió a los descontentos en su campo acudir al Consejo Constitucional para revertir algunos de los aspectos incluidos por los conservadores.
De acuerdo con el diario Le Figaro, entre los temas que pudiera cuestionarse el Consejo están el establecimiento de cuotas migratorias, la recuperación del delito de estancia irregular y las limitaciones a la reunificación familiar.
También en un claro paso para compensar la dureza de la ley, el ministro Darmanin afirmó que el año próximo recibirán sus papeles 10 mil indocumentados adicionales.
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