Al amanecer exintegrantes del Movimiento 26 de julio, del 13 de Marzo y otros grupos rebeldes depositaron una ofrenda floral ante el obelisco que perpetúa la memoria de los caídos en las distintas gestas liberadoras en tierras espirituanas.
En el acto participó Ekaterina Gowen, miembro del Comité Central del Partido y Secretaria General de la Central de Trabajadores en el territorio, así como autoridades del Partido, el Gobierno y miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, entre otras autoridades.
En nombre de los jóvenes habló Lisbetty Pérez, especialista en Medicina Interna, quien señaló que las nuevas generaciones se sientan protagonistas y destinatarias del proyecto del país.
Somos, subrayó, factor determinante en los cambios a realizar para perfeccionar nuestro Socialismo, de llevar a todos los cubanos felicidad venciendo la estrategia del imperialismo norteamericano por derrotar la Revolución fruto de las enseñanzas de su máximo líder, Fidel Castro.
Afianzar el desarrollo de nuestro proyecto social es el rol de la juventud dentro de la Revolución, ratificó la también delegada directa al XII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
Además ratificó la solidaridad de los cubanos con el pueblo de palestina y condenó los crímenes, la masacre sin piedad que cometen los militares israelíes contra su población.
Durante la ceremonia se entregaron carnés a nuevos militantes del Partido y de la UJC y reconocimientos a un grupo de organismos y empresas locales destacadas este año.
En la clausura, Romel Pérez, primer secretario del Partido en el municipio, rindió homenaje a los héroes y mártires de la gesta de liberación y exhortó a cumplir con los acuerdos emanados de las Sesiones de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento).
Recordó que el 23 de diciembre de 1958 un reducido grupo de combatientes del Movimiento 26 de Julio y del Directorio Revolucionario 13 de Marzo, lograron rendir a los guardias del Ejército del dictador Fulgencio Batista.
Muchos de los participantes en esa histórica gesta, presentes aquí -añadió Pérez- dan fe de aquella conmoción social que se vivió durante las jornadas finales de 1958 en la antigua provincia de Las Villas.
La toma de Sancti Spiritus, una de las plazas más importantes de la tiranía en esta región, abrió las puertas al Ejército Rebelde y a las fuerzas que se le unieron para dar los golpes finales a la sangrienta tiranía que cobró la vida de más 20 mil cubanos.
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