El octavo de los 21 tramos de la edición 108 de la Grande Boucle incluye más de tres mil 500 metros de elevaciones en su trayecto alpino de casi 151 kilómetros entre Oyonnax y Le Grand-Bornand, con tres cotas de primera categoría: Mont-Saxonnex (960 metros), Col de Romme (mil 297) y el legendario Col de la Colombière (mil 618 metros).
Ante la ausencia del escarabajo Egan Bernal (Ineos Grenadiers), campeón del Tour en 2019, los estelares escaladores Richard Carapaz, ecuatoriano del propio Ineos, y el también colombiano Miguel Ángel ‘Superman’ López (Movistar) enfrentan el ahora o nunca en la montaña.
Urán, décimo en la clasificación individual a cinco minutos y cuatro segundos del líder Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix); Carapaz, duodécimo a 5:19 y López, ubicado en el puesto 31 a 8:55, llevan en sus piernas la ilusión de América Latina.
De los grandes favoritos precompetencia, solo el monarca defensor, el esloveno Tadej Pogaçar (UAE-Team Emirates), marcha entre los cinco primeros, a tres minutos y 43 segundos del sorprendente neerlandés van der Poel, portador del maillot amarillo desde la segunda etapa, quien tendrá en los Alpes una prueba de fuego.
El subtitular del año pasado, el esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma), quedó descartado en la pelea por la corona, mientras el veterano británico del Ineos Geraint Thomas no se ha visto en gran forma, aunque ocupa el aún aceptable lugar 13 a 5:29, lo cual estimula a Urán, Carapaz y López.
Si el Col de la Colombière y los otros puertos de montaña que el pelotón de pedalistas enfrenta este sábado representan un reto, ni hablar de lo que viene en el siguiente tramo alpino, adelantando que mañana los competidores ascenderán por primera vez en la campaña hasta los dos mil metros sobre el nivel del mar.
La novena etapa cerrará en el imponente La Montée de Tignes, situada a dos mil 107 metros y la undécima traerá de regreso en el Tour de Francia, cinco años después, al incómodo Mont Ventoux (el gigante de la Provenza), ya en la periferia de los Alpes, antes de que la Grande Boucle tome la ruta hacia los Pirineos, la otra oportunidad de oro para los escaladores.
El estelar veterano colombiano Nairo Quintana (Team Arkea-Samsic) está lejos de su nivel, y declaró que su objetivo este año es pelear etapas, lo que lo convierte en particularmente peligroso en su especialidad, la montaña.
Quintana rueda en un raro puesto 61 para su calidad, un ciclista que escaló tres veces al podio en el Tour, como subcampeón en 2013 y 2015 y tercero en 2016, años en los que dominó el británico Chris Froome.
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