El movimiento telúrico, de magnitud 7,6, provocó hasta ahora más de 50 muertos, mientras equipos de rescate continúan la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros.
Chile, nación que comparte con Japón una historia de frecuentes fenómenos sísmicos, transmite su solidaridad a las familias de las víctimas y lamenta también las considerables pérdidas materiales, señala un comunicado de la Cancillería.
El temblor derrumbó viviendas y edificios, destrozó carreteras y provocó el corte del suministro eléctrico en decenas de miles de hogares.
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