Desde que el 20 de diciembre el presidente Emmanuel Macron saliera en defensa del intérprete de personajes como Cyrano de Bergerac, Vatel y el Conde de Montecristo, calificándolo de orgullo de Francia y de víctima de una cacería de brujas, nadie del gobierno había reaccionado a la polémica, devenida en un tema internacional.
En el micrófono de la cadena BFM TV, Verán consideró “nulos” los propósitos de Depardieu revelados hace un mes en el programa Complément d’enquête, de France TV, en alusión a una niña de 10 años que cabalgaba en el contexto de la visita que realizara en 2018 el actor de 75 años a Norcorea.
Esas declaraciones me impactaron y tuve un pensamiento para las personas que se sientan ofendidas o víctimas, dijo el portavoz.
Complément d’enquête puso en la palestra una segunda acusación contra el ganador ganador de dos premios César y candidato al Oscar, formalizada por la actriz Hélène Darras en septiembre por agresión sexual, que se sumó a la denuncia presentada hace unos años por su colega Charlotte Arnould, en este caso también por violación.
Después se conoció una tercera demanda tramitada ante la justicia, por la periodista y escritora española Ruth Baza.
No son las únicas mujeres que han levantado su voz para denunciar a Depardieu, ya que en abril pasado 13 féminas le atribuyeron actos de violencia sexual cometidos entre 2004 y 2022.
El mundo de la cultura está dividido en sus reacciones, aunque claramente inclinado hacia la crítica y el repudio a la conducta del galardonado Caballero de la Legión de Honor y con la Orden Nacional del Mérito.
De hecho, generó malestar una carta abierta de 56 personalidades de la cultura, en defensa del histrión esgrimiendo un linchamiento mediático en su contra, al punto de que varios firmantes se retractaron.
A nombre del arte, algunas voces se elevan para defender a Depardieu, insinuando que su talento debería sustraerlo de toda crítica, incluso de excusarlo por sus comportamientos inaceptables, pues todo eso no será en nuestro nombre, advirtieron en otra misiva más de 150 personalidades, entre ellas Alexandra Lamy, Thomas Jolly, Muriel Robin y Swann Arlaud.
Frente a la polémica, la Cancillería de la Legión de Honor abrió un procedimiento, y a nivel internacional, Bélgica retiró a Depardieu la condición de Ciudadano de Honor y la televisión pública de Suiza anunció que no pasará más sus filmes.
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