Hasta finales de enero estará en escena este espectáculo, dirigido por Saheem Al, que sitúa a la audiencia en las calles de la Habana de los primeros años del triunfo de la Revolución, transportándose también 40 años después.
La música, la historia y el legado del Buena Vista Social Club son la inspiración detrás de esta obra basada en el álbum homónimo de 1997 (Premio Grammy) y busca capturar la esencia de la icónica agrupación cubana, precisó el sitio CNN en español.
El guionista de esta producción, Marco Ramírez (Premio Drama Desk por The Royale), subrayó que el propósito del equipo de realización fue encontrar el espíritu de la historia.
Ya el documental existe, pero ahora quisimos crear un nuevo relato en el cual se sintiera esta música caribeña y cubana, es decir, mantener la esencia de esos ritmos, apuntó Ramírez.
El musical es en inglés, pero la melodía es en español, con una banda muy buena de esta ciudad, y toda esa cadencia y compás auténticamente cubanos, agregó el escritor al sitio.
Los bailes de esta puesta en escena también son muy genuinos y reflejan las dos importantes épocas que explora la obra.
Estos dos períodos se refieren a la Revolución cubana que, con sus cambios, transformó la trayectoria de los músicos de la banda; el otro suceso es la grabación del histórico álbum en los 90, convirtiendo al Buena Vista Social Club en un fenómeno internacional.
Se trata al baile como a un personaje porque también mueve la historia, citó la página.
La coreógrafa Patricia Delgado expresó que desde un principio querían utilizar la danza como un idioma universal para trasmitir los profundos sentimientos de estas canciones.
Nuestra intención también fue mezclar un poco el ballet, la danza contemporánea, lo afrocubano, como para transportarnos a aquella etapa de los años 50, explicó la bailarina.
Queríamos sacar música del cuerpo y hacerla mover de los 50 a los 90, y de los 90 a los 50, y así de forma cíclica, señaló.
Otro de los coreógrafos es Justin Peck, premio Tony por «Carousel» y por su puesta en escena de «West Side Story», de Steven Spielberg.
El musical se centra en la vida de cuatro de los principales integrantes de la banda, entre ellos, Compay Segundo, interpretado por Julio Monge, quien precisó que fue un honor interpretar al gran guarachero y una de las personalidades más queridas de la agrupación.
Uno de nuestros músicos, el guitarrista David Oquendo, también entre mis maestros, tocó con Comay Segundo, así que yo tenía esa fuente de infirmación directa y aprendí a tocar la guitarra para hacer el personaje, contó.
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