El objetivo del plan es aumentar las jubilaciones por medio de un sistema mixto público privado en el que las personas puedan optar con libertad sobre en qué entidades invertirán sus ahorros.
En la actualidad ese dinero está en manos únicamente de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), las cuales pagan míseras jubilaciones, mientras obtienen cuantiosas ganancias gracias a esos recursos.
La comisión ya acordó varios de los artículos del proyecto de ley, pero está pendiente el destino del seis por ciento adicional que deberán pagar los empleadores para mejorar las cuentas personales.
Recientemente la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, hizo la propuesta de destinar una parte a potenciar el empleo de las mujeres, dos a las cuentas individuales de los trabajadores y el resto para incrementar las pensiones más bajas.
La derecha, en cambio, es favorable a que ese monto siga en manos de las AFP y se opone a la tramitación del proyecto con suma urgencia.
El diputado del Partido Comunista y miembro de la comisión, Luis Cuello, llamó la atención sobre un “alineamiento de intereses” entre los diputados de oposición y las AFP.
En la actualidad 72 por ciento de los retiros en Chile son inferiores al salario mínimo y uno de cada cuatro jubilados recibe un monto por debajo de la línea de pobreza.
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