En una visita a la sureña localidad de Orliénas, en el departamento de Ródano, el primer ministro nombrado el 9 de enero mencionó como primera prioridad respaldar a los franceses que trabajan, y en segundo lugar reforzar los servicios públicos, “que son el dinero de los franceses”.
Hay personas que están a la altura de sus responsabilidades a diario, que laboran a veces en difíciles condiciones para impulsar el país; sin embargo, suelen tener la sensación de dar mucho sin recibir mucho, admitió.
Attal también afirmó su voluntad de preservar la identidad y los valores nacionales frente a un mundo cambiante.
Las declaraciones del jefe del Palacio de Matignon son consideradas un avance de su declaración de política general, prevista en la Asamblea Nacional el 30 de enero.
El primer ministro más joven de la V República a sus 34 años descartó someterse ese día al voto de confianza de los diputados, al igual que su predecesora en el cargo, Élisabeth Borne, por lo que deberá lidiar con una moción de censura presentada por la izquierda.
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